Por: Eduardo Padilla Silva, Director General de FEMSA.
El 2020 ha sido un año muy complicado para el mundo. Como empresas, nos ha llevado a reflexionar sobre el futuro, pero, sobre todo, a reafirmar la importancia de contar con una cultura y valores firmes, como grandes pilares que nos permitan crecer y transformarnos, aún ante la adversidad.
Este año coincide también con el 130 aniversario de FEMSA, empresa que tengo el orgullo y responsabilidad de dirigir desde hace ya casi dos años. Esta fecha tan especial, sobre todo en este ambiente tan retador, naturalmente nos lleva a voltear hacia atrás y darnos cuenta de que gracias a todas las experiencias acumuladas desde 1890, es como pudimos salir adelante aún más fortalecidos en este año tan particular.
En FEMSA tenemos la convicción de que tanto nuestras empresas, como nuestra sociedad, necesitan seres humanos capaces, con valores, respetuosos, con sentido de responsabilidad, con alto espíritu de servicio y orientados a la acción. En pocas palabras: seres humanos integrales y plenos. Por ello, a lo largo de esta esta pandemia, hemos puesto mucho énfasis en que todos nuestros colaboradores, y sus familias se cuiden mucho, no sólo en lo físico y mental, sino también en lo emocional y espiritual.
Terminamos el año orgullosos y satisfechos por haber contribuido a los esfuerzos de nuestros negocios y diversos países frente a la pandemia: protegiendo a nuestros colaboradores y clientes, asegurando la operación de las empresas, y haciendo contribuciones de toda índole, como la fabricación de ventiladores y donaciones de material médico, a las comunidades donde operamos; incluyendo también apoyar a nuestros socios comerciales en tienditas.
Frente al cambio en el mundo, demostramos nuestra capacidad de crecer y transformarnos; de ser más ágiles, creativos y audaces. En este año, logramos nuevos acuerdos con proveedores y socios, consolidamos nuestra presencia en Sudamérica al adquirir el total de Socofar y al comprar la cadena de tiendas OK Market en Chile. En Brasil, integramos en Solistica, AGV y abrimos la primera tienda OXXO. También refrendamos nuestra participación societaria con Jetro Restaurant Depot. Y aprovechando nuestras capacidades, entramos a una nueva industria y país: Estados Unidos en la distribución especializada de productos consumibles de limpieza, sanitización y empaque. Además, impulsamos nuevas iniciativas digitales como Fintech en OXXO, y Omnicanalidad en Coca-Cola FEMSA y Socofar.
Dentro de la organización, alcanzamos una comunicación y alineación como no la hubiéramos sospechado. Establecimos nuevas formas de trabajo y redes colaborativas. Nuestra propuesta de valor y modelo de negocio están evolucionando, y esto ha sido posible gracias a nuestra extraordinaria cultura, a lo que llamo el gran “lubricador”, la savia que es el sustento de la compañía.
Alguien podría pensar que, salvo excepciones, un individuo pinta muy poco en una perspectiva de 130 años. Pero la vida humana, y la historia, están hechas de pequeños momentos, y formando la mano cadena de la civilización. En FEMSA, cotidianamente hacemos miles de operaciones que influyen positivamente en millones de personas:
Un cajero en nuestras tiendas OXXO y farmacias de la familia Socofar, un despachador de gasolina en OXXO Gas; todos con su servicio, pueden hacer una transacción que cambie el destino de una persona. Un pre-vendedor de Coca-Cola FEMSA contribuye al bienestar de una familia. La producción en Imbera, PTM y Torrey ayuda a que miles de pequeños negocios tengan un mejor futuro. El transportista, en Solistica, genera riqueza económica dando servicio a grandes empresas, pero también contribuye al sueño de pequeños emprendedores. El vendedor de Waxie y North American contribuye directamente en la búsqueda de ambientes limpios y saludables. Las personas que atienden en O’Sabor y Doña Tota reconfortan a niños y adultos con sus platillos. A través de Fundación, cientos de miles de personas tienen acceso al agua, a una mejor atención para sus hijos, a tener contacto con el arte y la cultura. Gracias a nuestros esfuerzos impulsamos energías limpias, la economía circular y un mejor futuro para el planeta. Todos los que colaboramos en FEMSA, contribuimos a su grandeza.
Este año nos retó a ser mejores, a cuidar a quien nos necesita y a ser aún más solidarios. Nos hizo ser más ágiles y creativos, y a conectar con más empatía. Puso a prueba nuestra resiliencia y nuestra capacidad de adaptación. Nos dio la oportunidad de ser una fuerza positiva y evolucionar. Comprobamos que hoy más que nunca, hacer empresa es hacer comunidad.